El licenciado en Historia y Gestión Cultural de la Universidad de Piura, Alberto Requena, habla sobre la importancia de que los niños realicen actividades culturales.
Por Jaim Córdova. 14 enero, 2014.Para los padres el verano es una época que los niños no deben desaprovechar, es por eso que los inscriben en innumerables actividades a las que se les conoce como ‘vacaciones útiles’.
¿Qué características debe tener una actividad para que sea considerada como ‘vacaciones útiles’?
Para el sector cultural existe un concepto muy amplio de lo que se deba considerar ‘vacaciones útiles’. Para restringir este espectro, nos debemos referir a las actividades que desarrollan cualidades muy humanas mediante las cuales nos expresamos, como las artes plásticas, las visuales y las escénicas. Actualmente, también se considera a la gastronomía y al deporte como actividades culturales.
¿Qué importancia tiene incluir talleres culturales en las ‘vacaciones útiles’?
Es importante porque estos complementan la formación del niño de manera integral. No se puede negar la importancia de aprender matemáticas y lenguaje; pero si a ello le sumamos talleres de danza, pintura, gastronomía o fotografía, el pequeño va a desarrollar actividades culturales que le permiten tener una visión más amplia de su entorno inmediato.
Usualmente, estos talleres llevan a los participantes más allá de su ámbito familiar, los localiza con el mundo, los compenetra con su entorno y hacen que se sientan partícipes de la sociedad, ya que no se desarrollan de forma aislada.
¿Cómo influyen estas actividades a lo largo del desarrollo profesional de la persona?
Hay un conflicto, muchos piensan que las universidades solo preparan profesionales y no entienden su importancia en la formación de buenos ciudadanos. Si un universitario ha desarrollado durante su infancia actividades culturales va a ser una persona que tenga mejores resultados durante su proceso académico.
El efecto de estas actividades no solo atañe al ámbito universitario. Hoy se demanda que los profesionales que egresan, más que una especialización, tengan valores agregados. Es por eso que muchas veces es bien valorado que un postulante a un trabajo haya desarrollado alguna actividad cultural.
¿Se deben tomar en cuenta la inscripción en talleres tecnológicos?
Sí. Los padres no deben tenerle miedo a las tecnologías, éstas, en sí mismas, no son malas. A los niños y jóvenes de estas nuevas generación, llamadas interactivas o nativos digitales, no se les puede aislar del entorno tecnológico; al contrario, los padres deben conocer, comprender e interactuar junto a ellos. Lo peor que podría pasar sería que los padres se nieguen a conocer sobre las nuevas tecnologías y las censuren sin evaluarlas.
¿Se debe inscribir a los niños en todas las actividades que existan?
No, porque los niños necesitan un espacio de soledad y silencio donde puedan descansar. Este espacio también puede ser con la familia, el cual es más importante. No se tiene que ver a las vacaciones como un “librarme de los hijos”, sino que se debe ver como una oportunidad para que se desarrollen. Creo que una oportunidad interesante es darnos el tiempo suficiente para generar nuestros espacios familiares. Si contabilizamos el tiempo que la pasamos trabajando probablemente nos quedan cuatro horas diarias para estar con la familia, aunque muchas veces es complicado estar con ella, es conveniente que los padres se comprometan a pasar un tiempo con los hijos.
Muchas veces se abusa inscribiendo a los niños en talleres…
Sí, es conveniente evaluar a qué tipo de talleres se debe inscribir al niño. Muchos padres inscriben a sus hijos en talleres de matemática porque durante el año académico salieron mal, y creen conveniente reforzar esa área, pero es necesario detectar el por qué salió mal, porque inscribirlo sin evaluar sería un castigo veraniego y no un refuerzo.